Hay
veces que la vida nos pone ante situaciones en las que debemos decidir en
cuestión de minutos algo que puede resultar vital para nuestro futuro. “¿Lo
hago o no lo hago?” Deshojamos la margarita mientras pensamos la lista de pros
y contras que puede acarrear esa decisión.
Pero me
armé de valor, cargué la maleta e intenté sacar mi mejor versión para conseguir
hacer realidad ese sueño, ese que seguiré persiguiendo por muchas veces que me
caiga. Porque, ya se sabe: si te caes siete veces, lo único que queda es
levantarse ocho.
Y así
fue como, hace unas semanas, me fui con un billete solo de ida a Escocia,
detrás de un sueño, cargada de ilusiones… y cierto miedo. Y así fue como,
aunque acabó con un final no deseado, no dejé espacio a que en un futuro
apareciera el fantasma de los “¿y si…?” que habrían aparecido si hubiese dejado
escapar esa oportunidad.
Ahora,
toca levantarse.
vaya!!! hay veces que es mejor no darle tantas vueltas ... y te lo dice uno que le da más vueltas que nadie a todas estas cosas jajaja
ResponderEliminarPD: con 13 días de retraso me lo he leído ... ya solo me queda uno jejeje
Jajajaja no sé yo si me ganarás en eso de dar vueltas a las cosas... Pero te recomiendo no hacerlo algunas veces. Sienta genial eso de dejarse llevar por la primera impresión.
EliminarP.d.: Más vale tarde que nunca... jajajaja Yo he tardado en responderte gracias a la nueva organización de la bandeja de entrada de Google. No me acostumbro a que no me lleguen los avisos de ciertas pestañas... ¬¬