martes, 11 de septiembre de 2012

El dilema de la bolsa de los regalos



Seguramente todos en algún momento de vuestras vidas habéis tenido que comprar un regalo en grupo, bien sea para uno de vuestros amigos, un compañero de clase o un colega de la asociación de amigos de la pesca de altura. Probablemente el proceso ha sido algo similar a esto: plantear el hecho de que hay que comprar un regalo y pedir ideas; ponerse de acuerdo en qué comprar e ir a buscarlo; comprarlo y entregárselo con la esperanza de que le guste.

Bueno, imaginad que por lo que sea habéis pensado que la mejor idea es comprarle ropa. Entonces quedáis todos y os dirigís a cualquier establecimiento, pongamos por ejemplo un Pull & Bear, encontráis un jersey, hacéis que la persona con la fisionomía más similar al destinatario del regalo se lo pruebe para comprobar que es la talla correcta, y pagáis. Por lo que sea, en ese momento en la tienda no tienen papel de regalo así que tú, que te sobró en Navidad ese papel de lunares tan precioso (no) te ofreces para envolverlo y guardarlo en tu casa hasta el momento de dárselo. Y así procedes: llegas a casa, buscas el papel, lo envuelves y dejas el regalo de nuevo en su bolsa hasta que llegue el día… Hasta aquí todo normal.

Pues bien, llega ese día, apareces en el lugar donde habéis quedado con el regalo y entonces alguien inicia el debate: “¿¡Cómo se te ocurre traerlo en esa bolsa!? – te quedas ojiplático sin saber exactamente a qué viene tanto escándalo – Podías haberlo cambiado, ¡que así va a saber qué le regalamos!”. A lo que tú respondes: “¿Qué más da la bolsa? Puede pensar que he cogido esta de Pull & Bear al azar, no tiene por qué ser del lugar donde lo hemos comprado”. “¡¡Pues no!! Tenías que haberlo cambiado, porque así lo va a saber y a la mierda la sorpresa.” A lo que tú te mantienes firme, ojiplático por la simpleza del argumento de tu contendiente.

Y ahora yo os pregunto… ¿Tan importante es para vosotros la bolsa en la que va metido el regalo? Quiero decir, cuando alguien os trae un regalo en una bolsa de determinado establecimiento, ¿lo primero que pensáis es que lo ha comprado ahí y así podéis intuir qué os están a punto de regalar o no le dais mayor importancia? Es que, después de vivir esta situación unas cuantas veces, estoy empezando a plantearme que tal vez la rara sea yo y al final las bolsas son muchísimo más importantes de lo que yo creía…

2 comentarios:

  1. yo es que más que fijarme en la bolsa directamente cojo el regalo y lo abro :-S

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    1. Entonces eres de los míos, jajaja. A la bolsa le doy bastante poca importancia; otra cosa es que el papel de regalo sea de una determinada tienda... con eso sí que empiezo a sospechar XD

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