domingo, 11 de diciembre de 2011

Bailes de cine

La combinación cine + música suele resultar perfecta, y no solo por lo útil que resulta esa banda sonora que aparece en un segundo plano para poner en alerta al espectador sobre lo que va a suceder, sino por esos momentos en los que la música adquiere un mayor protagonismo y los actores se arrancan a bailar o cantar, dejando escenas difíciles de borrar de nuestra memoria.

Podríamos pasar horas hablando de musicales, pero ahí es demasiado evidente que la música es primordial, así que lo lamento, aquí no vais a encontrar la mítica escena de Cantandobajo la lluvia, los movimientos de Danny Zuko al ritmo de “Greased Lighting” o con el tema final “You’re the One that I Want” junto a Sandy, o el mítico salto de Baby con Johnny Castle al ritmo de “The Time of My Life” en Dirty Dancing. No, aquí lo que vais a ver es esos momentos en los que ver a los protagonistas bailar, más que admiración, da vergüencica. Esos momentos en los que, si el que baila fuese un amigo tuyo, y además lo hiciera en público y cerca de ti, tú te irías alejando poco a poco para que el resto del mundo no te relacionara con el bailarín en cuestión. Es decir, esos bailes que todos hemos imitado cuando estamos en la intimidad de nuestros hogares, cuando creemos que nadie nos ve. Y cuando digo todos, digo TODOS. Porque, confesadlo, ¿quién no se ha dejado llevar alguna vez por la música, preferiblemente en compañía de una fregona, y se ha convertido en una rock star o en una réplica del mismísimo Fred Astaire? Lo que yo decía.


Y ahora, sin más dilación, vamos a ello. Seguramente podríais decir que faltan muchos. Lo sé. Pero estos son algunos de los que más me han marcado. En los comentarios podéis dar a conocer los vuestros.
  
  • Hugh Grant como el Primer Ministro inglés en Love Actually:
No sé si me gusta más su movimiento de cadera o la cara que se le queda el descubrir que tiene público… Más o menos la misma que se nos queda a todos, ¿o no es así?
    • Gerard Butler y Thandie Newton como Uno Dos y Stella en RocknRolla:
     Lo mejor de todo es que Uno Dos lleva el don del baile en los genes… o eso cree él.

    • Drew Barrymore en Nunca me han besado haciendo de Josie Asquerosi:
     Si la pobre quería dejar atrás su patética imagen del instituto, lo tiene muy, pero que muy complicado con estos movimientos.
    • Y para terminar, un clásico: Tom Cruise en Risky Business:
    Mítica y muy repetida. Cualquier día encero el suelo de mi casa en condiciones para poder resbalar con tanto estilo como él.

    Por cierto, si os gusta ir al teatro a ver musicales y os habéis dejado caer en el de Los 40, seguramente al leer esto os habrá venido a la cabeza Joaquín (al que yo vi encarnado por Naím Thomas), arrítmico según su propia definición…



    P.d.: No os podéis quejar, al final sí que os he puesto esas míticas escenas de los musicales, aunque tenéis que pinchar los enlaces para ir a ellas.

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