jueves, 21 de junio de 2012

Sesión de cine: Hunger (hambre)


Hace unos días, después de retrasar mucho ese momento, me decidí a ver Hunger, la ópera prima del director inglés Steve McQueen, protagonizada por Michael Fassbender. Y al igual que pasaba en Shame, el tándem McQueen-Fassbender funciona. En Hunger (película de 2008 que aún no ha sido doblada al español y tal vez por eso sea menos conocida) McQueen nos traslada hasta los primeros años de la década de los 80 para contarnos la huelga de hambre de Bobby Sands, miembro del IRA.



A la dureza de la historia tenemos que añadir la forma tan cruda que tiene McQueen de narrarla. Nos encontramos ante una película muy visual, con largos silencios solamente interrumpidos por frases breves; salvo una gran excepción: la charla de unos casi 20 minutos que mantienen Sands (Fassbender) y el Padre Dom (Liam Cunningham), donde la imagen cede su protagonismo a lo oral dejándonos con una secuencia continua en plano fijo, salvo al final de la charla. Esta escena se convierte en el eje de la película, en el momento en el que Sands se vuelve protagonista absoluto al confesar que va a iniciar una huelga de hambre. A partir de aquí, volvemos al punto anterior, a la imagen, a ser testigos silenciosos de la dureza de la historia que estamos presenciando.

Pero si algo me gustó de la película es que McQueen nos muestra los dos puntos de vista del conflicto. Aunque la trama principal se centre en la huelga de hambre, no solo tenemos la historia de los presos del IRA. También podemos conocer cómo se sienten los policías, y precisamente varias de las escenas protagonizadas por ellos son las que más me marcaron. La imagen de los nudillos ensangrentados de Raymond Lohan, uno de los policías, el mismo al que poco después vemos revisando los bajos de su coche, y quien protagoniza una de las escenas más duras mientras visita a su madre en una residencia. Pero, sobre todo, me marcó el plano en que un delgado muro separa las palizas a los presos de las lágrimas de uno de los policías que minutos antes había estado involucrado en esas palizas. Y por otro lado tenemos a los presos, los que tienen que vivir en la soledad de sus celdas, los que se alían entre ellos, los que tienen que vivir alejados de sus familias.

En resumen, si os gustan las películas biográficas, aguantáis las historias duras y estáis dispuestos a leer subtítulos o ver la película sin ellos en inglés, es más que recomendable. Además, de nuevo, hay que destacar la genial actuación de Fassbender. Parece quedar claro que McQueen sabe sacar lo mejor de este hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario