miércoles, 9 de mayo de 2012

Pequeñas cosas que me hacen feliz (VIII)


Pensándolo en frío, es bastante absurdo que el simple posicionamiento de un objeto en uno u otro lugar nos dé o nos quite la felicidad. Pero eso es así.

Fuera de contexto esta afirmación os puede parecer absurda e incluso exagerada, pero dicha en una determinada situación, creo que puedo asegurar que al 100%, estaréis de acuerdo conmigo. O, ¿acaso es lo mismo que un balón esté 2 centímetros por encima del larguero de una portería de fútbol que 2 centímetros por debajo? Lo dicho, el posicionamiento determina nuestra felicidad.


Y cuando el balón está 2 centímetros por debajo, ocupando ese espacio que se forma entre los postes, el larguero y la red, se produce algo tan efímero como maravilloso; eso que hace que miles de gargantas se estremezcan gritando al unísono; eso que hace que te abraces al desconocido de al lado como si os conocierais de toda la vida y compartáis un momento de extrema alegría; eso que hace que las lágrimas empiecen a brotar de tus ojos y que una sonrisa se grabe en tu boca; eso que, al fin y al cabo, es lo que da sentido al fútbol.

Y es que, por mucho que las cosas estén mal, que la crisis nos ahogue, que estemos pasando por un mal momento… por muy negro que se vea el futuro, un gol de tu equipo consigue que, por un momento, olvides todo lo demás y solo pienses en gritarlo, en levantar los brazos, en agitar tu bufanda, en sonreír… En ser feliz.

En resumen, esa es la magia del gol. Algo tan absurdo como que un balón traspase una línea. Algo tan efímero, tan aleatorio… pero que nos da una felicidad difícil de explicar para quien no la siente, pero que seguro que quienes la habéis sentido sabéis perfectamente de lo que hablo. Lo dicho: la magia del gol.

2 comentarios:

  1. Luego dices que no lo recuerde yo eh pero mira quién lo está recordando ahora ejem ejem jajaja ... mira si el balón va 2 cms por encima de la mitad del larguero, toca éste y se va por encima de la portería; por el contrario si el balón va 2 cms por debajo de la mitad del larguero, toca éste, bota en el suelo y se pierde por fuera de portería, es decir, que ni de una ni de otra hubiéseis marcado ese gol en la final jajajaja ... eso sí, en algo totalmente de acuerdo contigo, hay cosas que por muy simples que parezcan nos hacen olvidar la situación actual aunque solo sea por un segundo ... un saludo :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabía yo que escribir esto el día de la final no era buena idea y más después viendo el resultado... jajajaja Pero bueno, esa ya es historia. Ahora a pensar que en 9 días hay otra final, otra oportunidad de que esta vez sí que nos entre algún gol... ¡que digo yo que algún día me tocará celebrar un título del Athletic! jajajaja
      ¡Saludos!

      Eliminar