domingo, 18 de marzo de 2012

La chica invisible


Un accidente que todos consideran un intento fallido de suicidio y una misteriosa carta son el punto de inicio de las aventuras y desventuras de Jenna Hamilton, una adolescente de 15 años que no es precisamente la más popular de su instituto… hasta que al caerse en el baño tiene que ir con una aparatosa escayola durante un tiempo.


En La chica invisible (o Awkward. para los más puristas) se juntan personajes de lo más variados. Además de Jenna, nuestra protagonista (o la bloggera del colgante con forma de mariposa), también tenemos a Matty, el guaperas del instituto que se huele el sobado cuando se pone nervioso, Jake, su mejor amigo, Lissa, la animadora puritana y novia de Jake, Sadie, la tocahuevos a la que dan ganas de hostiar a mano abierta, Tamara, la mejor amiga de Jenna y obsesionada con hacerse fotos en fiestas, Ming la otra mejor amiga (que me recuerda muy mucho a Lane, de Las chicas Gilmore y que lleva un gorro de lana bastante original que me ha encantado… aunque nunca me atrevería a llevarlo), Valerie, la profesora consejera que está como una puñetera cabra (y de la que me gustan sus pulseras de colores – sí, yo siempre atenta al más mínimo detalle –) y un matrimonio que fueron padres en el instituto formado por una madre recauchutada que tiene una forma un tanto peculiar y tal vez algo cruel de aconsejar a su hija (si la veis, acabaréis entendiendo por qué) y un padre algo más sensato que, como podéis sospechar, son los padres de Jenna.

Pero aun teniendo todos estos estereotipos de serie sobre adolescentes estadounidenses, no estamos ante la típica serie al estilo Física o Química. Sí, vemos los intentos de Jenna por ser más popular, pero con la historia del “suicidio” y la fauna que le rodea, se verá metida en situaciones de lo más cómicas, como el día en que le persigue un chico con camisetas que pone “Jenna Lives – In Tribute”, su cumpleaños, o la obra de teatro para concienciar a la chavalada de que no mezclen alcohol y coches.

En resumen, si queréis reíros un rato (ver la primera temporada entera os va a llevar unas 4 horas – 12 episodios a 21 minutos cada uno… echad cuentas –), La chica invisible es más que recomendable. Además no hace falta que lo hagáis fuera de la ley, ya que los episodios están disponibles en la web de MTV.

                                                                                 
P.d.: Que no se me olvide. Muchas gracias a Therwis por darme a conocer esta serie en su blog y al resto de cadenas de televisión que no pusieron nada interesante la noche que repitieron los episodios 8 y 9 por hacer que me interesara por la serie entera y no se quedara en un mero pasatiempo ocasional.

2 comentarios:

  1. ¡La mejor serie del verano 2011!!!

    Ojalá empiece pronto la segunda temporada, porque la primera deja con ganas de más, para ser de la MTV y para adolescentes (para más inri), tiene pinta de drama que te cagas, pero no, risas a tutiplén.


    ¡Todo el mundo a verla!!

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    1. Reconozco que el hecho de que sea de la MTV es lo que menos me motivaba a verla, pero es lo que dices, esta vez lo han hecho bien, jajajaja

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