Loving Austen

Que me gusta lo inglés no es ningún secreto. No solo su idioma, sino también su historia, su gente, sus ciudades, su música…

Últimamente este gusto por lo inglés se está traduciendo en ver series y películas británicas. Empecé con Los Tudor en verano y en las últimas semanas en mi casa la televisión suele estar dominada por las adaptaciones que la BBC ha hecho de novelas de Jane Austen. Y, para desgracia de mi padre, mi madre también se ha contagiado por este gusto, con lo que nos pasamos las tardes-noches poniéndonos al día con las historias de la clase media-alta de la época. Y es que, por muy ñoñas que sean, los creadores han sabido dividir cada capítulo para que se te queden unas ganas enormes de poner el siguiente. Y si a esto añades que cada serie son un máximo de 6 capítulos, tienes la excusa perfecta para querer dar con ella en pocos días.

Con las miniseries de Austen empecé al recordar lo mucho que me gustó Orgullo y prejuicio al leerlo en la universidad. Ya han pasado unos años desde aquello, y nunca está mal refrescar la mente, así que me senté a ver los seis episodios en los que se habla de uno de los solteros más deseados de la literatura: el señor Darcy; y una vez más, como cuando leí el libro, caí rendida a sus pies. Y también me enamoré de su casoplón, por qué no decirlo (si por lo que sea os ha entrado la curiosidad, ved en google street view Lyme Park). 

Después llegó Sentido y sensibilidad por petición materna. Tres capítulos que nos ventilamos en una noche. Y es que por muy evidente que vaya a ser el final, en estas historias lo importante es el camino que recorren hasta llegar a donde todos sabemos que llegarán. Una vez que dimos con las historias de las hermanas Dashwood, y pensando que ya no teníamos más para ver, salieron de boca de mi madre las palabras mágicas: "¿y de Emma no hay serie?". E internet, amplia fuente de recursos, nos dio la respuesta deseada: la hay. Cuatro capítulos. Y en ellos estamos, viendo las aventuras de una joven celestina que ve que no tiene tanta influencia sobre los enamorados de su alrededor como ella cree.

Creo que después de esto no hay más. He visto alguna producción similar, pero ya estamos hablando de más de 10 capítulos, y nos da pereza meternos en tanto. Yo, para calmar el mono, seguramente acabe viendo Lost in Austen y Becoming Jane, pero eso ya es otra historia.

P.d.: Como imaginaréis, lo último en lo que he caído rendida es Downton Abbey, que aunque no es de Austen, tiene esa impronta británica que tanto me gusta.