miércoles, 27 de julio de 2011

Sesión de cine: Bad Teacher

Hace ya un tiempo que no hacía una crítica de cine en el blog. Bueno, mejor dicho, hace un tiempo que no hacía casi nada en el blog; así que poco a poco voy a intentar devolverle a la vida, que el pobre es aún muy joven para morir. A lo que iba, voy a retomar un clásico de los fregaos y os voy a hablar de la última película que fui a ver al cine: Bad Teacher.


Seguramente ya sabréis de qué va: profesora con unos modales un tanto discutibles (Cameron Diaz) se enamora del profesor recién llegado (Justin Timberlake) y cree que para conquistarle tiene que aumentarse los pechos (iba a decir “ponerse tetas”, pero lo otro me ha parecido más fino). Y a su alrededor, el resto del claustro de profesores y unos alumnos un tanto sorprendidos con los métodos de su profesora.

Si lo que queréis es ir al cine a pasar el rato sin pensar demasiado y con algunas risas, puede ser una buena elección. Eso sí, echad un vistazo antes al resto de la cartelera, porque seguramente encontraréis una opción mucho mejor. No es ni de lejos la mejor comedia de Cameron Diaz, quien ya ha demostrado anteriormente que se maneja bastante bien en este tipo de películas. Eso sí, caballeros, si sois fans de la chica, sale estupenda (mención especial merece el momento lavado de coches). En cuanto a las féminas, si queréis ver a Justin Timberlake, os aviso de que hace demasiado bien de panoli. Si vais a ver la película por el sex-appeal del chico, os recomiendo que entréis en internet y busquéis en Youtube cualquiera de sus videoclips o si no que esperéis un poquito más a que estrenen su siguiente película, Con derecho a roce, que ahí seguro que os pone bastante más.

Pero no os quedéis con la sensación de que todo es malo. Lo mejor, el personaje de Jason Segel: profesor de gimnasia que aprovecha la mínima para tirarle los trastos a la protagonista. Tal vez es que ya voy predispuesta a que me guste porque adoro la faceta de Segel como Marshall Eriksen, pero viendo cómo es el personaje de Díaz, el de Jason es el que se mantiene a la altura dándole la réplica.

En resumen, yo le doy un aprobadillo justo. Estuvo bien para pasar el rato, pero en cuatro días me habré olvidado de gran parte de ella.

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