jueves, 20 de enero de 2011

Crónica de un adiós anunciado


Nunca me han gustado los payasos. Tal vez sea porque hace muchísimos años una noche con mis primos, por casualidad, encontramos en la tele una película con un payaso y nos dejó a todos traumatizados por unos días. Como supondréis, la película en cuestión era It, y desde ese día, tengo que confesarlo, los payasos me acojonan un poco. A eso tengo que añadir que también me dan pena. De mi más tierna infancia tengo otro recuerdo relacionado con ellos. Esta vez no hay traumas, o por lo menos no tan grandes: yo tendría unos 9 añitos cuando mi tía le cantaba a mi primo una canción sobre un payaso llamado Bruno. No sé qué extraña razón me llevaba a llorar cada vez que recordaba la canción, ya que según la primera estrofa la canción, esta nos dejaba una bonita imagen de Bruno: era un payaso feliz, no tenía malicia ni sabía mentir, le gustaba la luna y las noches de abril y su único trabajo era el de hacer feliz. Pero a mí nunca me ha gustado quedarme con la superficie de las cosas y pensaba: y los días que Bruno no estuviese feliz, ¿también tendrá que hacer reír a los demás? Y lloraba. Lloraba porque no me parecía justo que a la gente no le importaran los sentimientos de Bruno y que, simplemente porque ellos querían divertirse, ignorasen los sentimientos del payaso. Y yo, entonces, me imaginaba a Bruno después de una función, después de hacer reír a la gente a pesar de que en ese momento no tenía ganas de ello, desmaquillándose y llorando. Llorando porque, a pesar de que había hecho feliz a alguien, él no lo era.


Así que cuando el pasado lunes Ángel Martín dijo que lo dejaba porque estaba cansado y aburrido, no me sorprendió. Tenía asumido desde hace tiempo que este momento iba a llegar. Confiaba en que fuese más tarde que temprano, pero seguro que llegaría. Hace tiempo que el programa no es lo mismo. El paso del tiempo, como cabía esperar, ha hecho que pierda esa frescura del principio. Y las trabas que les han puesto las demás cadenas en los últimos años tampoco han ayudado a que el programa sea lo mismo. Si añades que pasarse cinco años hablando de algo que no te interesa hace mella en cualquiera, es normal que llegue un momento en que lo mejor sea decir basta.

Por lo tanto, y por mucho que vaya a echar de menos que no me entretenga en las sobremesas, tengo que decir que me alegro de que se vaya. Me alegro porque no quiero que me pase con Ángel como con el payaso Bruno. No quiero que, después de pasar cosa de hora y media riéndome, me imagine a Ángel con la sensación de que, aunque ha hecho reír a otras personas, él no está disfrutando. Y sobre todo me alegro porque sé que este adiós de SLQH no es un adiós completo. Siempre nos quedarás sus monólogos (para empezar, este domingo en El club de la comedia), por ahí está su corto, y seguro que el futuro nos traerá algo nuevo de Ángel Martín.

Os dejo, que tengo que disfrutar de Ángel en SLQH por última vez.

6 comentarios:

  1. Dicen que ha firmado un contrato con Telecinco pero imagino que será falso... no van a hacer todos como Pily!!!

    ResponderEliminar
  2. Dice que por ahora deja la tele, que está cansado. Y dudo que por tele5 le quieran tener... XD Además no me pega en ningún programa de los que hay, y en el tipo de programa que me lo imagino no me pega para tele5.

    ResponderEliminar
  3. Oye por cierto, he visto que tu contador de visitas sube como la espuma!! En qué fregaos me meteis triunfa :)

    ResponderEliminar
  4. A mi los payasos ni fu ni fa,pero los arlequines y los mimos me dan mal rollo.
    Hace mucho que no veo el programa,pero si alguna vez me rei viéndolo fue gracias a él.

    ResponderEliminar
  5. Ya hace tiempo que no veo SLQH porque también estoy cansada y aburrida, de hecho, no creo que lo vea nunca más porque lo único que me gustaba era Ángel Martín, así que... (por mucho que me mole Dani Mateo)

    ResponderEliminar
  6. Ricardo, la fama está llegando... jajajajaja

    Doctora, me uno a tu mal rollo provocado por arlequines y mimos. No me dan tanto como los payasos, pero no andan lejos.
    Recuerdo que cuando empezó y era solo semanal, estaba deseando a que pusieran anuncios en hospital central para cambiar a lasexta y verle, porque sabía que ese ratito me reiría seguro. Luego, tanto estiramiento y prohibición en el programa, queman a cualquiera, pero seguía siendo el mejor.

    Therwis, a mí hace tiempo que se me venía haciendo un poco largo, pero mi fidelidad a Ángel (y ausencia de otra cosa interesante que hacer) me mantenía delante de la pantalla. Lo que ahora me consuela es que tal vez le den más minutos a Dani, que le tienen desaprovechado.

    ResponderEliminar