viernes, 14 de enero de 2011

Colin Firth, ese hombre


Desde hace un tiempo me estoy sorprendiendo a mí misma admirando a Colin Firth más de lo que pensaba en un principio. Me siento cual Bridget Jones, atontada con Hugh Grant pero que con el tiempo va viendo que quien le gusta más es Colin. Y es que, lo confieso, ese aire de gentleman despistado que tiene Hugh siempre me ha gustado. Y no solo en él. Los británicos tienen un algo que me encanta. Eso sí, quienes tengáis ahora mismo en mente a Carlos de Inglaterra… no, él no tiene ese algo; podéis ahorraros las coñas al respecto. Pero ese es otro tema, volvamos al que nos ocupa.



Exactamente no sé cuándo descubrí a Colin. Supongo que fue gracias a la anteriormente mencionada Bridget. Recuerdo que en aquel momento mi amor por Hugh seguía latente y no entendía cómo Bridget, a pesar de los continuos engaños de Daniel (o sea, Hugh), prefería quedarse con el señor de los jerséis ridículos. Pasó el tiempo y volví a tenerles a los dos juntos en una misma película en mi adorada Love Actually. Admito que en un principio el que me conquistó esta vez fue el chico de los carteles (creo que quien la haya visto no necesita más explicaciones), pero viéndola más veces la historia entre Jamie y Aurélia terminó por cautivarme. Y creo que a partir de ahí es donde mi cariño hacia Colin empezó. Después vi la versión de La importancia de llamarse Ernesto (que aunque es anterior a Love Actually, yo la vi después), y que protagonice una de mis obras preferidas de Oscar Wilde hizo que esta admiración aumentara, y con los años ha seguido creciendo, hasta el punto de que se ha convertido en uno de esos actores que hacen que quiera ver una película simplemente por el hecho de que sé que su actuación merecerá la pena. Eso me pasó con El retrato de Dorian Gray (a mí me gustó, qué pasa), El discurso del rey (que aún tengo pendiente de ver, así que se aceptan opiniones a favor o en contra de quien ya la haya visto) y con Un hombre soltero (que vi ayer y me sorprendió muy positivamente. Tal vez os hable de ella próximamente). Y ahora tengo que volver a ver Shakespeare in Love porque, lo reconozco, no le recuerdo.


Falta poco para conocer los nominados a los Oscar, y es uno de los que suena por su actuación en El discurso del rey. De momento ya lo está en los Globos de Oro y los Premios del Sindicato de Actores. Que la suerte le acompañe, y que siga regalándonos trabajos como los que nos ha dado hasta ahora. Todo sea porque esta admiración crezca más y más.

3 comentarios:

  1. Oh,no soporto a este tío...pero ni en foto,eh...voy a tener que mirar alguna imagen de Brad Pitt para recuperarme ;P

    ResponderEliminar
  2. A mi este tio ni fu ni fa... pero si, te veo un poco Bridget jajajaja aunque he de reconocer que al final era el bueno de la peli, creo recordar ¿no?

    Y por supuesto que te hago una explicación personal de París jajaja pero de todos modos ya tienes la entrada del primer día, para que vayas tomando ideas :)

    http://tantascosasquecontar1.blogspot.com/2011/01/paris-en-dos-dias-y-medio-1-parte.html

    Un beso!!

    ResponderEliminar
  3. Uy, Doctora, lo que has dicho. Para enmendar los daños causados, te dejo una foto del señor Pitt de regalo. Espero que sea de tu agrado. http://2.bp.blogspot.com/_MbpZ44iWpr0/SBn2DHOGsUI/AAAAAAAAArA/FyZean9Li1M/s400/Brad%2BPitt.jpg

    Ricardo, eso es publicidad pero sin encubrir ni nada jajajaja
    ¿Soy un poco Bridget? jajajaja Me he visto a mí misma dentro de unos años invitándote a cenar sopa azul en mi casa para contarte mi último desengaño amoroso XD

    ResponderEliminar