jueves, 25 de noviembre de 2010

Confesiones impopulares (III)


Creo que esto que estoy a punto de confesaros puede terminar con mi reputación para siempre, pero lamento decir que es difícil hacerme cambiar de opinión:

No me gustan los bebés.


Hale, ya lo he dicho. Y sí, habéis leído bien. No me gustan. Aunque hay que matizarlo. En realidad no es que no me gusten, sino más bien que me dan miedo… o respeto, o angustia. No sabría decir exactamente lo que es en una sola palabra. La cuestión es que me dan miedo (sí, voy a dejarlo en esa palabra), no por lo que me puedan hacer (evidentemente), sino miedo a que pueda pasarles algo. Al mirar a un bebé veo a un ser pequeño, indefenso, achuchable, suave, blandito… pero no puedo quedarme solo en eso. Al ver un bebé veo a una madre, una abuela, una tía, una sobrina… un alguien que te dice “cuidado con la cabeza, ponle la mano ahí”, “ahí no”, “tápalo no coja frío”, “quítale la mantita, que seguro que tiene calor”, “si llora no le saques de la cuna, que tiene que acostumbrarse”, “no, no, cógele en brazos si llora, que eso es porque necesita sentirte”, “ahora no le molestes, que estamos intentando dormirle”… y yo lo único que consigo es estresarme con tanta orden y tanto criterio diferente y evitar estar cerca del bebé, y así evitar la sensación de que hay decenas de ojos pegados a mí observando al detalle cada paso que doy con el bebé. Y a esto hay que añadir lo gilipollas que me siento cada vez que intento hacerle monerías a un bebé. No sirvo para eso. No sé qué hacer, así que les cedo esa función a otro que se sienta menos estúpido.

Pero eso no quiere decir que no me gusten los niños. Me gustan, pero cuando ya tienen una edad. A partir de los 2 años, por ejemplo, cuando tienes que tener cien ojos pegados a ellos porque a la mínima salen huyendo, o tocan todo y te vuelven loco, no dejan de preguntar, repiten lo que han oído (hasta en las situaciones que no tienen que decirlo)… Pero a la vez empiezan a entender lo que les estás diciendo, te escuchan, te quieren imitar, intentan decir frases coherentes, quieren ser pequeños hombrecitos…

Y por muy contradictorio que os pueda parecer todo esto (¿qué? Soy Escorpio. Somos la contradicción hecha persona), llevo unos días en los que se me cae la baba con uno de estos. En cierto modo es comprensible: es mi primer sobrino y hacía muchos años que no teníamos uno en la familia. Me estoy sorprendiendo a mí misma pasando largos ratos observando detenidamente a un chiquitajo dormido, lanzando cursis “ohhhhhhhh” cuando hace algún gesto, sintiendo cómo se me cae la baba viéndole a través de unos cristales o en foto. A ver cómo va la cosa cuando pueda cogerle en brazos y vuelvan a mí todos mis miedos, y sienta decenas de ojos mirando fijamente cada paso que doy con él en brazos. Siempre me quedará el consuelo de saber, gracias a una reciente conversación, que no soy la única que tiene ese “miedo”.

6 comentarios:

  1. Pues claro que no eres la única. Yo he visto crecer a unos cuantos bebés en la familia (el más reciente tiene 2 añitos y medio) y puedo decir que nunca me he atrevido a cogerlos en brazos hasta que no han tenido por lo menos unos cuantos meses, vamos, hasta que la cabecita no se caía por su propio peso, jeje. Ya verás cómo a raíz de ser tía vas a tener "mono" de bebé a todas horas, sobre todo cuando te reconozca y pida estar contigo, no hay nada más grande que eso. Yo a Jaime le estoy enseñando inglés y es una pasada, son una esponja!! Lo de hacerle monerías, no sé, yo supongo que tener una madre andaluza influye, jaja, pero vamos, que eso sale sólo, ya verás.

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  2. A mí esto me resulta tremendamente curioso... porque yo con seis años daba biberones y cambiaba pañales y metía a un par de bebés en mi carricoche... Hablaba con ellos y les decía toda clase de tontadas (hay una cinta de vídeo en la que se me oye claramente ofrecerle chocolate a mi hermano). He crecido vigilando a mis hermanos y jugando con ellos... para mí es muy natural :)

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  3. Nuria, me consuela ver que cada vez somos más jajajaja Lo de cogerle ya te diré si me dejan, porque de momento no hemos podido tocarle, y además me parece que va a estar muy solicitado XD Lo de hablarle lo estuve pensando el otro día, pero lo mismo en unos años el niño se les pone a hablar en inglés y no saben por qué jajajaja

    Briza, a mí es que los bebés me han tocado lejanos. De los primos, soy la pequeña de los mayores, y los que vienen después de mí no viven aquí, así que les veía solo de visita, y así todos somos muy majos jajaja

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  4. A mi me encantan los bebés, aunque cuando lloran se los paso a la madre/padre xd.
    El otro día q era el cumple de mi prima Nuria , estaba un primo pequeñito que ha tenido, tiene 3 mesecitos, lo tuve en brazos ayyyy que monadaaa, lo tuve poco rato porque cómo pesaba!, se me quedó el brazo sin circulacion xd, es que tan pequeñito que hay q tener cuidado con la cabecita y tal,asi q no movía el brazo ni un milimetro.

    Bueno, ahora vas a poder disfrutar de un peque más cerca, con lo rápido que crecen enseguida será un bichillo que corra por casa tocándote todo , por cierto .. hazle del athletic!! que coño enseñarle inglés.. de eso ya se encargaran malamente en el colegio xd,
    en el momento que empiece a hablar la alineación de carrerilla

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  5. Ains a mi también me daba respeto mi sobrinita al principio pero ahora que no tiene ni un año se te cae la baba cuando te coge la mano con su manita, o te dice algo (en su idioma claro xD) ... y a ti seguro que también se te caerá asi que no esperes a que tenga dos años, un saludo :-)

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  6. Raquel: a mí me gustan para un rato... pero muy corto. No hace falta ni que se pongan a llorar para devolvérselo a sus padres. Ahora, por ejemplo, con mi sobrino, me gusta ir a verle... pero poco tiempo. Si estoy demasiado me cansan, porque eso de tirarme horas mirando cómo duerme y suspirar a cada movimiento que hacen, como he visto a mucha gente, como que no puedo XD

    José M: bueno... tengo que reconocer que a mí también se me ha caído la baba con alguno de mis primos pequeños jajajaja Pero siempre he sido la que menos les quería tener en brazos o menos tonterías les hacía (incluso a mi primo, cuando tenía unos meses, recuerdo que le decía: lo siento enano, pero yo no te voy a hablar como si fueras tonto jajajaja)

    ¡¡Saludos!!

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